Coincidiendo con la XXV Jornada Mundial del Enfermo, celebrada el pasado 11 de febrero, el Vaticano presenta la Nueva Carta de los trabajadores sanitarios.
Los trabajadores de la salud, son ministros de la vida
Monseñor Jean-Marie Mate Musivi Mupendawatu, secretario delegado del dicasterío para el servicio del Desarrollo Humano Integral, ha indicado que es “un valioso compendio de doctrina y de praxis”, un texto en el que se ha realizado una revisión y una actualización según la cual, también los temas ya afrontados en su momento son ilustrados con un lenguaje más accesible y actual. “Desde el punto de vista doctrinal, la Nueva Carta reafirma la sacralidad de la vida y su indisponibilidad en cuanto don de Dios. Los trabajadores de la salud, son ministros de la vida en cuanto que son siervos y están llamados a amarla y acompañarla en el recorrido existencial del generar – vivir – morir, trinomio temático del índice de dicho documento”, ha explicado monseñor Jean-Marie.
También ha participado en la rueda de prensa Antonio Gioacchino Spagnolo, profesor de bioética y director del Institute of Bioethics and Medical Humanities en la Facultad de Medicina de la Universidad Católica del Sagrado Corazón de Roma. De este modo ha indicado que las conquistas de la búsqueda y las nuevas realidades socio sanitarias que se han registrado desde 1994, como también los pronunciamientos del Magisterio de la Iglesia católica al respecto, “han hecho necesaria una revisión y actualización de la Carta de los Trabajadores”. Al mismo tiempo ha indicado que, la Carta ha mantenido su estructura original de instrumento para una serie preparación y formación continua sobre el plano ético de los trabajadores sanitarios, para mantener la debida competencia profesional y su vocación a ministros de la vida.
Líneas-guía para los problemas éticos
Del mismo modo, ha advertido que la Carta no puede ser realmente exhaustiva respecto a todos los problemas y a las cuestiones que se imponen en el ámbito de la salud y de la enfermedad pero “ha sido realizada para ofrecer líneas-guía lo más claras posibles para los problemas éticos que se deben afrontar en el mundo de la salud en general en armonía con las enseñanzas de Cristo, y con el Magisterio de la Iglesia”.