Cuando hablamos de “salud”, podemos pensar que es solamente la ausencia de afecciones o enfermedades.No se trata solo de la ausencia de enfermedad, sino de un bienestar completo donde la dignidad, la humanidad y el acompañamiento son esenciales.
La salud es también la capacidad de sentirse acompañado en el sufrimiento, de recibir atención con amor y de encontrar consuelo en el cuidado de quienes están comprometidos con el bienestar integral de cada persona.
En nuestra misión hospitalaria, la salud se vive desde el encuentro con el otro, con una atención que prioriza, la dignidad, entendiendo que cada persona es única y merece ser tratada con respeto y cariño, la humanidad enfatizando el trato empático que reconozca las emociones y necesidades individuales, y por último el acompañamiento, donde buscamos escuchar, sostener y caminar junto a quienes enfrentan momentos difíciles.
En los centros de Hermanas Hospitalarias, comprendemos la salud desde una visión holística:
- Cuidado del cuerpo: Atender las necesidades médicas con profesionalismo y calidad.
- Bienestar emocional: Brindar apoyo psicológico y afectivo para quienes atraviesan momentos de vulnerabilidad.
- Atención espiritual: Acompañar con esperanza, reconociendo que la fe y la espiritualidad pueden ser fuentes de fortaleza.
La salud, vista a través de la hospitalidad, es un acto de amor. No solo buscamos sanar el cuerpo, sino también ofrecer un espacio donde cada persona sea acogida, comprendida y tratada con la calidez que merece.