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El doctor Ricardo de la Espriella, director Asistencial de la Provincia de América Latina, de Hermanas Hospitalarias nos habla sobre la discriminación y estigma contra el personal sanitario, con motivo de la pandemia del COVID-19.

Durante la pandemia por coronavirus se han visto muestras de agradecimiento al personal sanitario, a la par que ha habido también manifestaciones de rechazo, aislamiento, e incluso amenazas de muerte a trabajadores y sus familias, alegando temor a contagiar a vecinos y pacientes. La estigmatización al personal de la salud ha sido poco estudiada, la mayor parte de la literatura científica se centra en el estigma a las personas que padecen algún tipo de trastorno o enfermedad, como el VIH o las enfermedades mentales.

Como en muchas enfermedades infectocontagiosas, el coronavirus se asocia a acciones de estigma, discriminación y rechazo; las epidemias con alto número de casos y de muertes relacionadas y la incertidumbre despiertan temores en la población. Los mensajes de distanciamiento social, aislamiento, cuarentena, zonas de riesgo, etc. Utilizados por los gobiernos para intentar el control de nuevos contagios, incrementan la percepción de riesgo y favorecen la exclusión, no solamente de la persona que ha enfermado, también de su familia y quienes hayan estado en contacto, como el personal sanitario.

El estigma y la discriminación se asocian a desconocimiento

El estigma y la discriminación se asocian a desconocimiento, calificación negativa de aquellos en riesgo y percepción de probabilidad de contagio, como se ha documentado en epidemias de influenza, cólera, SARS, Ébola, o fiebre amarilla, entre otras. El conocimiento de la historia de la medicina nos ayuda a entender y manejar mejor la situación actual de estigma a los trabajadores de la salud.

Asociar al personal sanitario con el contagio puede favorecer la demora en la búsqueda de atención, el ocultamiento de síntomas y demorar el control de la pandemia, de otra parte, el mitigar la discriminación y el estigma puede ayudar a controlar la transmisión. El estigma menoscaba la cohesión social, fundamental en el control de la pandemia, aislando a grupos, como los sanitarios, evitando su contacto y demorando la atención en salud cuando es necesario.

El covid-19 ha despertado estigma por varios factores: es una enfermedad en donde el conocimiento está emergiendo, la evidencia cambia día a día, existen incertidumbres que incrementan los temores, el contagio se relaciona con ‘otros’, percibidos como peligrosos, aquellos que han estado en contacto con el virus, como enfermos y personal de salud. Los temores, la mala información, el desconocimiento se asocia a estereotipos, discriminación y estigma.

El manejo de los temores que despierta la pandemia por covid-19 a nivel de salud pública se puede abordar con estrategias comportamentales que respondan a las necesidades de un segmento de población en riesgo de ser estigmatizada por medio de educación en salud y comunicación adecuada, no sólo a nivel de reporte de datos, también por mensajes en televisión, conferencias de prensa, medios masivos y sitios de internet.

Recomendaciones para combatir el estigma contra el personal sanitario

  • Divulgue información basada en evidencia, por ejemplo, acerca de medios de transmisión, medidas de protección, brindando datos estadísticos. El estigma se alienta con el desconocimiento.
  • Promueva la consulta de fuentes confiables de datos (OMS, Ministerios de Salud, universidades, CDC).
  • Combata la ‘infodemia’ de desinformación, bulos y rumores que contribuyen al estigma, corrigiendo los errores de información, a la vez que se reconoce los sentimientos de las personas; promueva la importancia de la prevención, detección, reporte y tratamiento.
  • Cuide el lenguaje, evitando denominaciones que promuevan estereotipos y estigma (‘virus chino’, ‘superinfectador’, ‘persona contagiosa’), evitar identificar a la persona con la condición y la deshumanización como ‘caso sospechoso’, o ‘número de muertes’, utilice términos que den cuenta de la situación humana, como ‘persona con coronavirus’, ‘fallecido a consecuencia de la enfermedad’
  • Ayude a redefinir a los sanitarios como héroes, a la par que víctimas.
  • Comparta historias cercanas que promuevan la empatía, humanicen la experiencia y las dificultades que los sanitarios enfrentan en la pandemia e historias esperanzadoras de personas que se hayan recuperado.
  • Cuando sea posible, involucre a ‘influencers’, líderes religiosos, políticos, celebridades y periodistas, es importante que se hagan visibles sus interacciones con el personal de la salud. Divulgue noticias, canciones, etc. que dan imagen positiva de las instituciones y del personal que allí trabaja.

Autor: Ricardo de la Espriella. Psiquiatra, epidemiólogo clínico. Director Asistencial de la Provincia de América Latina de Hermanas Hospitalarias

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