¿Sabías que Hermanas Hospitalarias, en Bolivia, ha puesto en marcha un nuevo proyecto destinado a la atención de niños y jóvenes con enfermedad mental y/o discapacidad?
Mi nombre es Sonia Arnez, soy psicóloga y coordinadora técnica en la Comunidad Terapéutica Puntiti, de Hermanas Hospitalarias en Cochabamba, Bolivia.
Un poco de historia
La Congregación de Hermanas Hospitalarias desde su llegada a Bolivia en 1966, se ha posicionado como un referente en la atención de personas con enfermedad mental y/o discapacidad. Por este motivo el Estado de Bolivia le concedió la administración delegada de la Comunidad Terapéutica Puntiti, cuya finalidad es la atención de niños y jóvenes con discapacidad severa, iniciando sus actividades el uno de septiembre de 1996.
Guiados por el carisma hospitalario
Actualmente, la Comunidad Terapéutica Puntiti, acoge a 60 niños, niñas y jóvenes huérfanos, o abandonados, con discapacidad múltiple brindándoles atención las 24 horas, los 365 días del año, según el modelo hospitalario. Una gran cantidad de familias visitan nuestro centro buscando atención para sus niños con discapacidad, en Bolivia las estadísticas nos indican que solamente el 30% de este colectivo recibe algún tipo atención. Para dar respuesta a esta necesidad y motivados por el carisma hospitalario en 2017 comenzamos a soñar con una nueva obra hospitalaria.
Este sueño se basaba en la construcción de un centro ambulatorio para niños y jóvenes con discapacidad, aparte de la Comunidad Terapéutica Puntiti, donde seguirá la internación de menores. Este ambulatorio, sin ánimo de lucro, incluye los siguientes servicios:
– Centro día de rehabilitación y estimulación temprana para niños, con discapacidad o autismo, menores de 7 años.
– Consultas especializadas en salud mental.
– Otros servicios que respondan a la realidad social, desde el carisma hospitalario.
Con la financiación de la fundación Telemaratón, de Cochabamba, en 2019 comenzó la construcción del centro día de estimulación temprana. Construcción que se vio ralentizada a consecuencia de la pandemia de la Covid-19, pero que actualmente ya es una realidad. El diseño es de dos plantas, en la primera se ha ubicado el centro día de estimulación y en la segunda está previsto hacer un centro de terapias alternativas y apoyos para estudiantes, con discapacidad, que ya están incluidos en las escuelas regulares.
Con estos nuevos dispositivos, cuyo pleno funcionamiento está previsto para el año 2022, esperamos conseguir una mayor efectividad terapéutica, ofrecer una atención más humanizada, así como trabajar de manera individualizada en las potencialidades, de cada niño, respetando sus limitaciones y ritmos de aprendizaje.
Seguimos soñando
Pretendemos que este proyecto de ampliación siga creciendo, a través de la creación de consultas ambulatorias de: medicina general, psiquiatría, neurología, odontología, fisioterapia, psicología y fonoaudiología. Pero para lograrlo aún estamos pendientes de conseguir financiación.
Con la ayuda de san Benito Menni y, de nuestras fundadoras, reavivaremos el proyecto y podremos dar respuesta a las necesidades de las personas con enfermedad mental que no pueden acceder a la asistencia sanitaria.