Una vez más, el de este domingo será un mensaje lleno de esperanza. De ahí que resonarán con fuerza las palabras de Jesús: “Ánimo, soy yo, no tengáis miedo”. Y es que con Él todo es diferente. Él es la garantía para cuantos se le acercan y le acogen con un corazón sincero y abierto.
En el relato del Antiguo Testamento, se nos presenta al profeta Elías que, en su soledad, quiere descubrir a Dios pero, con sorpresa, descubre que Dios es como un susurro que se oye en el silencio.
El apóstol Pablo vive el drama de su pueblo, porque comprueba que los hijos de Israel no han querido reconocer a Jesús como Mesías. Esta situación le lleva a vivir entregado a sus hermanos, para que puedan descubrir lo que él mismo ha experimentado.
Jesús siempre está cerca de nosotros acompañando nuestro caminar, aunque a veces tenemos la sensación de que no es así, que está ausente, que nos ha abandonado.