Buenos días.
El Señor nos enseña, en el Evangelio del próximo domingo, que la conducta del hombre honesto es un reproche para quien obra deshonestamente, que por esta causa persigue al hombre justo. Él nos expresa cómo sus criterios son contradictorios con los nuestros; mientras los discípulos, en lugar de aceptar las enseñanzas de Jesús, discuten sobre quién ocupará el primer puesto en el soñado reino. Por eso Jesús da una nueva norma de vida: en el Reino de Dios, la primacía la tiene quien sirve más, quien sirve con mayor amor.
¡Feliz semana!
XXV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO