Buenos días.
Celebramos la solemnidad de la Santísima Trinidad, en el marco del año jubilar 2025, que nos invita a ponernos en camino una vez, más y contemplar al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como fuente del camino de la vida y el peregrinaje eterno. Glorificamos a Dios, que es Padre, Hijo y Espíritu Santo; Dios trino y uno, que le da sentido a nuestra existencia.
En la Solemnidad de la Santísima Trinidad, las lecturas nos presentan un retrato vivo del Dios Trino a partir de sus actuaciones, tal como se nos describen en la Biblia. Este año (ciclo C) sus rasgos característicos son la creación inicial del cosmos, la gracia que nos ha comunicado en Cristo y en el Espíritu, y la admirable comunión que existe entre las divinas Personas.
Y en esta celebración enmarcamos, la Jornada Pro-Orantibus, jornada en la que recordamos de manera especial a nuestros hermanos y hermanas monjes y monjas, de los monasterios de clausura, repartidos por tantos rincones de nuestra tierra, pedimos y damos gracias por ellos, para que nos ayuden a contemplar el rostro de nuestro Dios uno y trino, y aprendamos a decir, ¡hágase su voluntad!, cuenta con nuestra oración humilde y nuestros vivir cada día en esperanza.