Buenos días.
Las lecturas de este domingo nos siguen mostrando los milagros con los que Jesús revela progresivamente su condición divina. Si el domingo pasado era tempestad del lago la que calmaba, hoy aparece como Señor de la enfermedad y de la muerte.
La idea que da unidad a todas estas lecturas de hoy es que Dios es amigo de la vida. Es el Dios de la inmortalidad, el Dios que llama a compartir fe y bienes materiales, y el Dios que se ha mostrado Señor de la vida en Jesucristo. Acogerle puede colmar de fecundidad nuestra existencia.
¡FELIZ SEMANA!
Y PARA LOS QUE COMENZÁIS LAS VACACIONES, ¡FELIZ Y MERECIDO DESCANSO!
“CON MÚSICA SABE MEJOR…”