Buenos días.
El Evangelio del domingo nos invita a estar atentos a los signos de los tiempos, como la higuera que brota, para reconocer que el Señor está cerca.
Un año más celebramos en este día la Jornada de los Pobres, instituida hace ya ocho años por el papa Francisco.
Este año esta Jornada Mundial de los Pobres, está muy marcada en nuestros corazones por la tragedia sufrida en nuestra cercana Valencia tras el paso de la DANA, y todas las personas que se han visto afectadas.
El lema de este año es «la oración del pobre sube hasta Dios», y está tomado del libro del Sirácida, en el Antiguo Testamento. A partir de ese lema entendemos que la oración de los pobres es un clamor que llega al corazón de Dios.
Nos recuerda que los pobres ocupan un lugar privilegiado ante Él, y que estamos llamados a ser solidarios con ellos, no solo materialmente, sino también espiritualmente.
La oración y la caridad van de la mano: nuestra oración no puede quedar en palabras, sino que debe transformarse en actos concretos de amor y servicio. Escuchar el clamor de los pobres es una invitación a la humildad y a reconocer nuestra propia pobreza, porque todos somos mendigos ante Dios.
Acojamos la llamada a estar cercanos a los más necesitados, como Jesús nos enseñó, y hagamos nuestra su oración, confiando en que el Señor siempre escucha y responde a los humildes y sufrientes.
¡Feliz semana!
XXXIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
Con música sabe mejor…