Buenos días.
Con la celebración de este domingo damos inicio a un nuevo año litúrgico.
Desde el concilio Vaticano II quedó estructurada la celebración litúrgica de la Palabra de Dios en tres ciclos, A, B y C, correspondientes cada uno a un año eclesiástico. Con el Primer Domingo de Adviento, comenzamos, este año, el ciclo C, con el Evangelio de san Lucas como texto central, complementado con otros del Antiguo Testamento y Nuevo Testamento que lo hacen más inteligible.
Adviento es tiempo de esperanza. Y la Palabra de Dios de este primer domingo nos asegura que la salvación de Dios se abre paso en medio de los vaivenes de la historia. El Señor tiene un plan de liberación para su pueblo y lo lleva a cabo con fidelidad. Tanto la promesa de un rey justo, de la primera lectura, como el anuncio de la venida del Hijo del hombre, en el Evangelio de San Lucas, reflejan esa certeza de modo diverso. Una certeza que compromete a los creyentes para que acojan adecuadamente la redención que se acerca.
Comencemos este tiempo de espera abriendo nuestro corazón para recibirle.
¡Feliz semana!
Con música sabe mejor…