Del 28 al 31 de octubre la Delegación de Filipinas, de Hermanas Hospitalarias, celebra su Asamblea Pre-Capitular en New Manila (Filipinas).
La Asamblea comenzó con el saludo de bienvenida de sor María Camino Agós, Superiora delegada, a todas las asistentes:
BIENVENIDAS a New Manila! a la Casa-Comunidad de la Delegación “María Angustias Giménez”. ¡Bienvenidas a vuestra casa! la vuestra y la de todas y todos que formamos la Delegación. Estoy/estamos contentas que vengáis, que estéis… en vuestra casa.
Como preámbulo a la Asamblea, quiero agradecer a cada hermana y colaborador, Comunidad y Centro el trabajo realizado con el Documento-Base, con el que llegamos hasta aquí hoy. También agradecer la vida vivida, la hospitalidad ejercida en la comunidad y en la misión, traducida en gestos sencillos y cotidianos… pero, hechos desde tanta entrega y abnegación de cada día. Esta vida entregada llegará hasta el Capítulo general, donde se diseñará el marco de actuación para los próximos 6 años, fruto, no solo del esfuerzo de todas, mucho más del Espíritu que lo ha guiado. Por eso lo asumimos y hablamos con propiedad de “Nuestro Documento”.
Pensando sobre el Documento
Permitidme que continúe este acto de apertura con una petición, que me la hago a mí misma. Parece poco periodístico, poco psicológico, o dialogante…, muy impositivo comenzar pidiendo. Es un imperativo que nos hace el Gobierno general, a través del Documento-base para todo el sexenio; y es el mandato-clave, dentro de la bellísima y completa exhortación que Pablo hace a los fieles de Roma, en Rm 12-15,13: “Practicad la Hospitalidad”! (Rm. 12,13). Estoy segura que tanto la Comisión Precapitular como el Gobierno general han querido que este lema nos empuje, nos movilice, nos desafíe a vivirlo.
El Documento se apoya en el camino recorrido durante estos años de reestructuración y revitalización de la Congregación, empeñada en recrear la hospitalidad, evaluando los 5 caminos del proceso. Ha focalizado los desafíos que hoy urgen a la Congregación agrupándolos en tres partes: personas poseedoras del don: “quien”; estructuras que lo sustentan: “como”; y destinatarios prioritarios: “para quien”. Las personas y estructuras, como círculos concéntricos en espiral, se acercan al centro, a la persona destinataria para quienes somos en misión: al enfermo, centro en su dignidad, respeto, amor preferente, derechos… Con el documento, pasamos del “recrear la hospitalidad” de este sexenio, al “practicad la hospitalidad” para el que nos preparamos.
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