“… le trajeron un paralítico (…) «¡Animo!, hijo, tus pecados te son perdonados». (…) ‘Levántate, toma tu camilla y vete a tucasa’».” (Mateo 9,1-8)
“… le trajeron un paralítico (…) «¡Animo!, hijo, tus pecados te son perdonados». (…) ‘Levántate, toma tu camilla y vete a tucasa’».” (Mateo 9,1-8)