Las hermanas mayores de la residencia de Valladolid (España) aportan su testimonio sobre el Proceso de Revisión de Constituciones, momento especial de comunión y comunicación congregacional.
El pasado 16 de marzo estaba marcado como el inicio oficial del proceso de Revisión de nuestras Constituciones. Para nosotras fue un día muy bonito, con mucha celebración. Tuvimos una fiesta comunitaria vivida con ilusión, con alegría y gozo profundo. Con mucho agradecimiento a Dios y a la Congregación: gratitud a Dios que nos marca este camino y a la Congregación por todo lo vivido, impulsadas por las constituciones.
Durante toda esta jornada, nos sentíamos muy unidas a toda la Congregación, que es una gran ayuda, y se acrecentó en nosotras el deseo de intensificar nuestra oración. También hicimos un compromiso personal, eligiendo cada una de nosotras el punto de las Constituciones en el que vamos a poner especial interés durante este tiempo.
Dimos importancia a esta fecha porque vemos que este proceso:
– Asegura la buena marcha de la Congregación, es un paso acertado.
– Nos estimula a seguir “activas” a pesar de los años.
– Nos da ilusión que se haga, aunque suponga mucho trabajo.
– Si la vida se renueva constantemente, esto también hay que renovarlo.
– A nosotras nos ayuda porque nos hace sentir la importancia de las Constituciones. Es un momento de profundizar en ellas.
– Es momento de ejercitar la corresponsabilidad.
– Nos da un impulso para vivir mejor las Constituciones, con más fidelidad, con afán de superación.
Las hermanas mayores queremos tomar parte en este Proceso de Renovación y sabemos que debemos hacerlo mediante LA ORACIÓN.
Leer poema de sor Rosario Ochoa, compartido el día de la celebración
Canto en torno a la celebración (con música de “jubilosa canción entonemos”)