¿Sabías que las Constituciones han de ser referencia obligada para todas las
opciones sobre la presencia y misión de la Congregación en cualquier lugar
del mundo?
Mi nombre es Bernardita Bolaños Ahumada. Hermana Hospitalaria y Superiora provincial de la Provincia de América Latina.
Revisión de las Constituciones y sus consecuencias en la práctica de la hospitalidad
Las Constituciones expresan la historia de la hospitalidad, vivida por la primera comunidad y por las sucesivas generaciones de Hermanas Hospitalarias, rescatando el origen, la esencia del carisma y la espiritualidad, el estilo de vida y misión propios de la Congregación, así como los principios fundamentales de la vida consagrada, tales como: espirituales, teológicos, carismáticos, eclesiales, jurídicos…La hermana hospitalaria está llamada a actualizar las formas de llevar a cabo la misión, en comunión con otras personas laicas, incluso no confesionales, conservando nuestra esencia carismática. Las Constituciones han de ser referencia obligada para las opciones sobre la presencia y misión de la Congregación en cualquier lugar del mundo.
La metodología participativa que ha involucrado, en el estudio de las Constituciones a todas las hermanas, nos ha ayudado a tomar conciencia de la necesidad de un proceso de conversión personal y comunitaria, ahondando en la identidad, valores, visión y misión de la Congregación, a fin de revitalizar nuestro seguimiento a Jesús, en coherencia con el Carisma hospitalario. La hermana hospitalaria está llamada a continuar el camino de conversión-renovación, a través de un proceso de formación continua, que garantiza la fidelidad vocacional; por tanto, es un deber y un derecho el participar.
Las necesidades de la vida y misión de la Congregación, son desafíos contemplados en el proceso de revisión de las Constituciones. La hermana hospitalaria está llamada a acoger el gran reto de conjugar la fidelidad con la creatividad, en la práctica de la hospitalidad, partiendo de nuestro patrimonio espiritual y de las exigencias de la organización y gestión de la obra apostólica, integrando las realidades del mundo en constante cambio, en los diversos ámbitos, para así actuar hoy como profetas de la hospitalidad.
El proceso de revisión de nuestro “librito de oro”, ha ayudado a cada hermana a recrear el “don, profundizarlo y desarrollarlo en la experiencia del Espíritu, en el seno de la Iglesia, bajo la guía de la jerarquía y de las superioras de la Congregación” (MR 11). La hermana hospitalaria está llamada a descubrir la encarnación viva del Evangelio en hospitalidad, con sus matices y su riqueza, en los gozos y sombras, de los hombres y mujeres, así como percibir el paso de Dios en estas realidades humanamente divinas.