Del 24 al 30 de octubre las Hermanas Hospitalarias celebran su semana vocacional y fomentan el conocimiento de una de sus fundadoras, Mª Josefa Recio.
Toda la Comunidad Hospitalaria estamos convocados a vivir con gozo esta semana entorno a Mª Josefa, Fundadora de la Congregación de las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús y primera superiora de la misma.
En nuestro mundo, necesitamos testigos, y esto fue Mª Josefa, un testigo de la ternura de Dios, de la maternidad de Dios. “Ella encarnó de modo excepcional el rostro materno de la misericordia; era el buen samaritano con el toque delicado de la mujer”.
La vida de Maria Josefa Recio, oculta entre sus hermanas y enfermas, se hizo fecunda en el silencio, la oración y los mil detalles hospitalarios. Fue una verdadera madre. Todos sabemos que para germinar una semilla, después de plantarse, debe pudrirse en la tierra, morir, y sólo así dará su fruto. Este es la parábola que define la vida de nuestra Fundadora.
Su vida es luz para todos nosotros, porque vivió en grado heroico las virtudes que definen a una persona virtuosa, creyente, hasta entregar su vida. Que podamos descubrir los valores que la definieron, y nos iluminen el camino de la Hospitalidad en este hoy que nos toca vivir.
Recordar su vida de santidad es también recordar la llamada que cada uno hemos recibido para reflejar en nuestra vida la santidad de Dios, pues hemos sido creados a su imagen, y la vida se nos ha regalado para que seamos aquello que estamos llamados a ser.
Consulta las frases de algunas Hermanas Hospitalarias que conocieron a Mª Josefa Recio.