Tras la renuncia del Papa Benedicto XVI, el cónclave para elegir al sucesor del papa emérito comienza este martes, pero no se sabe cuándo acabará. El cónclave dura todo el tiempo que sea necesario. Aún así, hay establecidos periodos de descanso y coloquio si no se alcanza el acuerdo tras el quinto día, el séptimo por la tarde o el noveno también por la tarde.
En el cuerpo electoral que nombrará al nuevo papa, la Iglesia italiana será la más representada. Entre los 115 cardenales que tomarán parte esta vez en las votaciones hay 28 italianos, 11 africanos y 33 americanos, entre otros. Por tanto, para ser elegido papa serán necesarios 77 votos.
Odilo Pedro Scherer (Brasil, 63 años), Peter Turkson (Ghana, 64 años), Angelo Scola ( Italia, 71 años), Cristoph Schoenborn (Austria, 67 años) y Mauro Piacenza (Italia, 69 años) son los favoritos para ser el nuevo papa.
El primer día por la mañana tiene lugar la misa Pro eligendo ponticifem (para la elección del Pontífice) que se celebra antes de que los cardenales se encierren en cónclave para elegir al nuevo papa. En esta ocasión, la misa se celebrará a las 10:00 en la basílica de San Pedro, está abierta a todos los fieles y la oficiará el cardenal decano, Angelo Sodano.
Ya por la tarde, a las 16:15, los cardenales electores se reunirán en la Capilla Paulina y desde allí en procesión se dirigirán a Capilla Sixtina. El cardenal que preside la ceremonia les recordará que están allí para elegir al sumo pontífice y en procesión y recitando las letanías entrarán en la capilla Sixtina a las 16:30.
Concluidas las letanías y una vez que cada uno ha ocupado su asiento cantarán el Veni Creator Spiritus, himno de invocación al Espíritu Santo.
Después se producirá el juramento de los cardenales. Cuando el último de los cardenales electores haya prestado juramento, el maestro de Ceremonias Litúrgicas Pontificias dirá Extra Omnes (Fuera todos), y todos los que no participan en el cónclave deberán salir de la Capilla Sixtina y cerrar las puertas. Los guardias suizos custodiarán a partir de entonces la Capilla.
A partir de ese momento se puede proceder a la primera votación, la única que se produce el primer día, o aplazarla para el día siguiente.
Durante el cónclave, los participantes tienen prohibido todo contacto con el mundo exterior y nadie no autorizado puede acercarse a los cardenales o hablar con ellos mientras dura el cónclave.