Mensaje a toda la COMUNIDAD HOSPITALARIA

Navidad 2020

¡Navidad!… ¡Hospitalidad! Es “Dios con nosotros”!

De nuevo, a las puertas de la Navidad! Con las hermanas del Gobierno general, me acerco a todas y todos los que formáis la Comunidad Hospitalaria, enfermos, colaboradores, familiares, voluntarios, bienhechores, amigos y hermanas, para enviaros mi saludo y desearos de corazón:

¡FELICES FIESTAS DE NAVIDAD! MERRY CHRISTMAS, JOYEUX NOËL, BUON NATALE, FELIZ NATAL!

Vivimos un año especialmente marcado por el sufrimiento en el mundo a causa de la pandemia provocada por el virus covid19 y sus consecuencias. Un año que ha despertado con particular intensidad en nosotros “la consciencia de ser una comunidad mundial que navega en una misma barca, […] donde nadie se salva solo […], donde quedó al descubierto esa bendita pertenencia común de la que no podemos ni queremos evadirnos: esa pertenencia de hermanos” [i].

Ahora mismo, la celebración de las fiestas navideñas que, a pesar de las diferentes creencias, evocan siempre el encuentro, la amistad, el compartir, la luz, los regalos, la solidaridad, se ve muy condicionada, en sus diferentes expresiones, a causa de las restricciones emanadas de los gobiernos de muchos países, para protegernos y evitar un nuevo aumento de contagios.

De tal manera es fuerte “esta sombra” que podemos, legítimamente, preguntarnos: ¿habrá Navidad? ¿tiene sentido celebrar la Navidad? ¿en medio de tantas ausencias, qué significa celebrar “la Presencia”? ¿pero, Dios, está realmente con nosotros?

La respuesta a estas preguntas es la celebración misma de la Navidad pues, en el “niño de Belén”, encontramos a Dios que pone su tienda “entre nosotros” (cf. Jn 1,14), que asume nuestra historia, que comparte nuestro camino, que nos libera de las tinieblas y viene a darnos la luz: “en Él se manifiesta la gracia, la misericordia, la ternura del Padre: Jesús es el Amor hecho carne”[ii].  

El mensaje central da la Navidad es que DIOS es un Dios presente, ES UN DIOS CON NOSOTROS.

Navidad es don… de Jesús a la humanidad; don de tantos hombres y mujeres de buena voluntad que se hacen don para los demás.

Este hacerse don lo vemos diariamente en los caminos que recorréis todos lo que formáis la comunidad hospitalaria: caminos de encuentro, de servicio, de entrega, de creatividad, de humanidad… caminos llenos de gestos y palabras que dan vida a los demás.

Lo hemos visto, de forma muy tangible, en todos los que se han hecho don en la situación de pandemia que nos golpea. Don en el cuidado a la vida frágil, don en el entusiasmo que dignifica, don en el abrazo que mitiga el dolor, don en la oración que une y consuela, don en el salir al encuentro, don en el compartir. Las fotos que acompañan este mensaje quieren “traer al corazón” todo lo que hemos recibido y todo lo que hemos ofrecido como don… más o menos conscientemente, tenemos inscrito en nosotros la dinámica del don que nos induce a ser instrumentos de amor para los demás.

Que Jesús, el don de Dios, el Dios con nosotros, “a través de nuestros brazos débiles, vista a los pobres que no tienen con qué cubrirse, dé el pan a los hambrientos, cure a los enfermos. Que, por nuestra frágil compañía, esté cerca de las personas ancianas y solas, de los migrantes y de los marginados. Que […] conceda su ternura a todos, e ilumine las tinieblas de este mundo”[iii].

Con estos deseos, termino este mensaje, augurando que todos tengamos felices fiestas, y que el nuevo año 2021 nos traiga alegría, paz y esperanza, viviendo en dinámica de don la “práctica de la Hospitalidad”.

Anabela Carneiro, Superiora general

Roma, 23 de diciembre 2020


[i] PAPA FRANCISCO, Carta Encíclica Fratelli Tutti, Roma 03/10/2020, 32.

[ii] PAPA FRANCISCO, Homilia de Navidad, Roma 24/12/2013. 

[iii] PAPA FRANCISCO, Mensaje Urbi et orbi,  Roma 25/12/2019. 

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