CELEBRACION DE LOS 25 AÑOS DE PRESENCIA HOSPITALARIA EN FILIPINAS

Su Eminencia Cardenal Gaudencio Rosales, arzobispo emérito de Manila

Hno. Joseph Smith, Delegado Regional de la Orden Hospitalaria de S. Juan de Dios

Hna. Agata Villadoro, Superiora de la Provincia Italiana de la Congregación

Hno Pietro Cicinelli, Superior de la Provincia Romana

Hermanas hospitalarias de Filipinas y de otros países

Hermanos en Hospitalidad

Colaboradores, Voluntarios y bienhechores

En ambiente de alegría y fiesta vivimos esta celebración de los 25 años de presencia hospitalaria en Filipinas. Hoy la Congregación mira con gratitud y esperanza la presencia hospitalaria en el país de las 7107 islas, y en nombre de todo el gobierno general hemos querido compartir con todos vosotros este momento de “memoria agradecida” por la hospitalidad vivida y de “esperanza creativa” ante el futuro de la misma hospitalidad que se acerca.

En nombre de toda la Congregación y de toda la Familia hospitalaria, agradecemos a Dios, Padre rico en misericordia, por el regalo del carisma de la hospitalidad sembrado en nuestros corazones, a través de cual participamos en la misión de Jesús que pasó por el mundo haciendo el bien y sanando a los enfermos.

Agradecemos por el don de nuestros Fundadores, S. Juan de Dios, S. Benito Menni, Maria Josefa y María Angustias porque han sabido ser profetas de la hospitalidad en su tiempo respondiendo a las necesidades de tantos enfermos y necesitados.

Agradecemos porque a través de la Orden Hospitalaria y de nuestra Congregación, la Iglesia se hace presente en el mundo del sufrimiento y del dolor cual samaritano que “ve, se compadece y cura” al enfermo caído en los caminos del mundo.

Agradecemos porque, impulsadas por el Espíritu Santo, y animadas por ese deseo de llevar el amor compasivo y misericordioso de Dios a los enfermos, nuestras hermanas de las provincias de Inglaterra, inicialmente, y sobre todo de la provincia de Italia, y también los hermanos hospitalarios de la provincia romana – Italia, han acogido el envío de Jesús y hace 25 años han dejado su tierra y llegaron a Filipinas, para implantar en estas bellas islas esa hospitalidad que se hace servicio a los que más sufren.

Agradecemos por toda la dedicación y servicio hospitalario, por las alegrías y las dificultades vividas, por los proyectos de misión que se llevan adelante, por las jóvenes vocaciones de este país que van acogiendo en sus manos y en su corazón la responsabilidad de vivir el carisma, como “ese amor que no sabe decir basta” (S. Benito Menni), y de expandir la misión apostólica como la gracia de servir las “vivas imágenes de Jesús”.

Agradecemos, con la misma alegría y gratitud de María, Nuestra Madre, por las maravillas que Dios ha realizado en las hermanas y hermanos que, a lo largo de estos 25 años, han dado vida a la hospitalidad en Filipinas.

Agradecemos la hospitalidad vivida y soñamos la hospitalidad a vivir… soñamos desde esa actitud de esperanza creativa de quienes saben que la obra es de Dios, que el envío de Jesús permanece actual y que el clamor de los que sufren “pide” nuestra compasión y acción liberadora. El futuro ya se acerca, lleno de desafíos y de mucha vida… las hermanas nos preparamos para celebrar estos días el primer encuentro de Hospitalarias de Asia, con hermanas de distintos países de este continente; celebraremos también la primera Asamblea de la Delegación, con el objetivo de analizar la vida y misión de la Congregación en Filipinas y aplicar el Documento del Capítulo general a esta realidad.

El futuro ya se acerca y somos conscientes de los muchos desafíos que nos trae… en comunión con la Congregación, en camino de restructuración y revitalización hacia una HOSPITALIDAD RECREADA, invito a las hermanas de la Delegación a vivir esta nueva etapa como el “tiempo oportuno” para RECREAR LA HOSPITALIDAD en Filipinas.

Recrear la Hospitalidad en Filipinas:

–        siendo mujeres apasionadas por Jesucristo, configuradas con los sentimientos de su corazón y actuando como él;

–        siendo hermanas generadoras de comunión, acogedoras de personas y culturas;

–        siendo hospitalarias compasivas con la humanidad, disponibles para el servicio del Reino en la persona de los enfermos y necesitados.

Este es el momento de proyectar el futuro, con el valor de los profetas… nuestros Fundadores nos guían en las opciones de hemos de hacer hoy para que nuestra vida consagrada pueda ser significativa y responder a las necesidades de la humanidad doliente.

Proyectar el futuro traerá, ciertamente, cambios que nos permitirán revitalizar nuestra vida… cambios de estructuras, de personas, de formas de actuar, de nuevas presencias apostólicas, de intercambios con otros países… la fuerza del carisma hospitalario ha de abrirnos a estos cambios, para que juntas, seamos capaces de recrear la hospitalidad.

A todas las personas que participáis en esta fiesta de la Hospitalidad en Filipinas quiero decir un muchas gracias (Maraming Salamat po) por compartir esta celebración con nosotras y con los hermanos de S. Juan de Dios, hacia quien va también mi profundo agradecimiento por la comunión el carisma y por toda la ayuda a lo largo de estos años de vida y hospitalidad.

Un “gracias” especial a todos los bienhechores, voluntarios, amigos, colaboradores, por vuestra participación en la misión de amar y servir a los que sufren.

Queremos continuar en Filipinas haciendo presente el amor samaritano de Dios junto a los que sufren. Que esta celebración nos impulse a vivir con radicalidad nuestra vocación de caridad.

 

Marketing Digital. Este proyecto ha sido desarrollado por Grupo Enfoca: Diseño web Alicante