El pasado 6 de junio, los Hermanos de San Juan de Dios han hecho oficial su marcha del Centro Hospitalario de Dinan.
Las 300 personas que acudieron a la eucaristia tuvieron ocasión de conmemorar los 178 años de presencia de los hermanos junto a las personas con enfermedad mental y de arropar a las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús que a partir de ahora continuarán la obra de los hermanos en colaboración con la Fundación San Juan de Dios.
Numerosos usuarios del hospital acudieron a la celebración presidida por Mons. Denis Moutel, obispo de la diócesis, y a la que no faltó la dirección del centro, colaboradores, amigos, voluntarios, personalidades civiles y militares, así como el Hermano Giampietro Luzzato, consejero del Superior general de la Orden Hospitalaria que se encontraba en Dinan con ocasión de una visita canónica y el Hermano Alain-Samuel Jeancler, Superior provincial.
Ante una asamblea emocionada por la marcha de los hermanos, el Hermano Alain-Samuel aseguró que la clausura de la comunidad fue «una decisión difícil que hemos de respetar y acoger con confianza en Dios. La despedida nunca es fácil, de ahí el dicho de que partir es morir un poco… pero ¿acaso no le ocurre lo mismo al grano de trigo que cae en la tierra, que debe morir para dar fruto?» Acto seguido hizo entrega oficial de las llaves de la comunidad a las Hermanas Hospitalarias, acompañadas de una vela que simboliza la continuidad del espíritu de San Juan de Dios en el centro hospitalario. Los usuarios habían preparado un panel con las manos estampadas de las hermanas, los enfermos, los colaboradores y hasta del mismo obispo alrededor de una granada, que según la Hermana Hospitalaria María Estrella Pérez de Ciriza, responsable de la capellanía, «simboliza que la transmisión de este carisma está en nuestras manos».