La Liturgia de la Palabra de este Domingo resaltan las virtudes de la humildad y sencillez del Mesías. Zacarías nos presenta la figura de un rey humilde y pacífico, despojado de los rasgos de rasgos guerreros. Es la figura de Cristo, sencillo y humilde de corazón, como nos lo presenta el Evangelio de San Mateo. Con humildad convoca a los sencillos para hacerles la donación del Espíritu, a través del cual, como lo dirá San Pablo, podremos participar de la Resurrección de Cristo.