Este domingo la Palabra de Dios afronta un tema que ha sido y sigue siendo polémico entre nosotros: el AMOR en el matrimonio.
Aquí surge la pregunta para los creyentes: ¿Qué podemos hacer para ayudar a los hombres y las mujeres de hoy a vivir su amor conyugal? ¿Bastará con defender teóricamente la la indisolubilidad matrimonial? ¿Cómo ayudar a tantos esposos que fracasan y que pueden volver a equivocarse ya sea en la elección, ya sea por una falta de comunicación? ¿Cómo acompañarles?
Está claro que nuestro mundo necesita que ALGUIEN le enseñe que el AMOR es algo que hay que aprender día a día: que requiere tiempo, paciencia, fe, reflexión, capacidad de perdón. ¿No deberán ofrecer las Comunidades Cristianas esa luz, esa fuerza y ese aliento para alimentar y acrecentar el amor conyugal?
Una BÚSQUEDA constante de ese don maravilloso del AMOR de DIOS; ahondar cada día en el amor como único camino de realización es la forma de ayudar a nuestro mundo. Los creyentes tenemos que saberlo.