«La Virgen trae en sus brazos virginales a Jesús que nos manifiesta su Divino Corazón y con sus ademanes y brazos abiertos, nos convida a que vayamos a El, pues este Divino Corazón, es la Fuente y el manantial de todas las gracias y de donde las saca María para enriquecernos con ellas”. San Benito Menni (Carta nº 432)