«La enfermedad forma parte de nuestra experiencia humana. Pero, si se vive en el aislamiento y en el abandono, si no va acompañada del cuidado y de la compasión, puede llegar a ser inhumana».
(Mensaje del Papa Francisco para la XXXI Jornada Mundial del enfermo)
En estos domingos el mensaje del Evangelio se centra en el Sermón de la Montaña, o discurso programático de Jesús al inicio de su vida pública, al término del cual, nos dice el evangelista que la multitud estaba impresionada, porque enseñaba con autoridad, no como los letrados.
Esa Palabra nos la dirige a todos y cada uno de nosotros, pidiendo nuestra conversión, nuestro cambio de actitudes, y diciéndonos cuáles han de ser nuestros criterios ante la vida.
Y en este marco, celebramos la Campaña nº 64 de Manos Unidas contra el Hambre en el Mundo, que este año lleva por lema: “Frenar la desigualdad está en tus manos”.
Esta semana también, concretamente el sábado, coincidiendo con la festividad de la Virgen de Lourdes, la Iglesia celebra la Jornada Mundial de la persona con enfermedad.
En su Mensaje para la XXXI Jornada Mundial del Enfermo, el Papa Francisco señala el modelo del Buen Samaritano como el estilo cristiano de la compasión: no cuenta sólo lo que funciona y no cuenta sólo quién produce, vivir indiferentes ante el dolor no es una opción.