Investigadores de FIDMAG Hermanas Hospitalarias hallan alteraciones cerebrales implicadas en los síntomas del trastorno límite de la personalidad.
Estudio
Un estudio liderado por la Fundación para la Investigación y Docencia María Angustias Giménez (FIDMAG) de Hermanas Hospitalarias, revela que las personas con un trastorno límite de la personalidad (TLP) presentan alteraciones en la estructura y la función del cerebro. Dicho trastorno, que afecta a alrededor de un millón de españoles, se caracteriza por síntomas tales como la impulsividad, desregulación emocional, relaciones interpersonales inestables y experiencias cognitivas cercanas a los episodios psicóticos.
El estudio se ha presentado en la Jornada Institucional de Investigación de FIDMAG Hermanas Hospitalarias, celebrada el 13 de marzo en el Hospital Sant Rafael de Barcelona, en el marco de la clausura del año del centenario de la muerte de San Benito Menni.
Además del grupo investigador de la FIDMAG Hermanas Hospitalarias Research Foundation, liderado por la doctora Edith Pomarol-Clotet, en la investigación han participado profesionales del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, el Hospital de Bellvitge y el Consorci Sanitari de Igualada.
Resultados
Entre los resultados obtenidos destaca la presencia de alteraciones en la zona frontomedial del cerebro, que se encuentra entre los dos hemisferios y que tiene un papel relevante en el control de las emociones y en la toma de decisiones. Precisamente, la pérdida del control de las emociones y la impulsividad son los síntomas más característicos de los individuos con TLP.
Raymond Salvador, investigador de FIDMAG y miembro del Consorcio de Investigación Biomédica en Red sobre Salud Mental (CIBERSAM), considera “relevante” el hecho que dichas alteraciones se presentan tanto a nivel de la materia blanca del cerebro, formada por los axones que conectan las diferentes partes del cerebro, como de la materia gris, que es donde se localizan las neuronas que llevan a cabo las funciones cerebrales.
Los resultados también apuntan hacia un sistema funcional del cerebro recién identificado, la red neuronal por defecto (DMN, por sus siglas en inglés), de la cual la corteza frontomedial constituye una parte importante. Esta red está implicada en los procesos y reflexiones internas sobre uno mismo y en el pensamiento automático.
En condiciones normales, esta red está activa cuando estamos en reposo y se desactiva cuando ejecutamos una tarea. “La DMN sería como el salvapantallas del ordenador, que está activo cuando el dispositivo está en reposo y desactivado cuando se está utilizando”, explica la Dra. Pomarol-Clotet. Las personas con TLP presentan un déficit de desactivación de esta red, “como si tuvieran que estar trabajando con el ordenador con el salvapantallas encendido, al no poder desconectar de su mundo interior”, según la investigadora.
Según el doctor Salvatore Aguilar Ortiz, psiquiatra adjunto de la Unidad de Agudos de Benito Menni CASM y uno de los autores del estudio, el TLP es un síndrome que con frecuencia resulta complicado distinguir de otras enfermedades, como el trastorno bipolar, la depresión o algunos tipos de trastorno de personalidad.
A raíz de los resultados del estudio, el Dr. Aguilar considera que herramientas como las nuevas técnicas de neuroimagen pueden ser de gran ayuda para diagnosticar TLP.