Les presentamos a Maria Hà Thị Thu Lan, de la comunidad de San Benito Menni (Chu Hai), Việt Nam.
¿Cuánto tiempo hace que formas parte de la Congregación Hermanas Hospitalarias?
En el año 2005 me incorporé a la Congregación para conocer y vivir la misión hospitalaria, con el deseo de ayudar a las personas que sufren por su enfermedad mental o su discapacidad.
En el año 2007 comencé la etapa del postulantado. Duró un año y en 2008 comencé la etapa del noviciado. Este duró dos años. En 2010, hice la primera profesión. A partir de esa fecha entré a formar parte de la Congregación. De forma temporal fui renovando anualmente mi profesión, los votos, hasta que, en el año 2017, tomé el anillo, es decir, hice la profesión perpetua. Hoy se cumplen 18 años desde que conocí a las Hospitalarias viviendo y trabajando en la misión de la Congregación en Vietnam.
¿Cuál es tu propósito, tu misión dentro de la Congregación Hermanas Hospitalarias?
Me identifico con lo que dicen nuestras constituciones: Nuestra razón de ser en la Iglesia es el ejercicio de la caridad hospitalaria, vivida en estado de consagración religiosa según el modelo de caridad perfecta, Cristo simbolizada en su Corazón. Esto lo traduzco en lo siguiente:
- Tener un el amor personal y fraterno, sincero y gratuito a las hermanas de la propia comunidad;
- Tener una actitud de bondad y ternura y en el servicio paciente, continúo, abnegado y alegre a los enfermos, a los niños discapacitados «vivas imágenes de Jesús.
- Acoger a todas las personas con quienes nos encontramos, con un estilo de vida sencillo y humilde.
Desde mis posibilidades, intento hacer lo mejor que puedo la tarea que me han confiado. Llevo 3 años de responsable del centro con niños y adultos con discapacidad física y mental. Trabajamos, por facilitarles la vida, para que vayan adquiriendo autonomía personal y autoestima desde el respeto, la escucha, el amor, la confianza y la esperanza para que se sientan útiles y encuentren un sentido a su vida, según su capacidad. Y con los más afectados, procuramos la adquisición de hábitos de comportamiento, la rehabilitación e intentamos que sean felices.
¿Qué valor agregado le da a tu vida practicar el proyecto hospitalario?
El contacto con la tarea hospitalaria, me hace una persona más comprensiva con la vulnerabilidad, más tolerante conmigo misma y con las demás personas, más paciente, más comprensiva, más misericordiosa y compasiva. A esto aspiro como ideal de toda hermana hospitalaria: llegar a configurarnos con Cristo misericordioso y compasivo (Const. Nº 2)
Nuestra fundadora Mª Josefa, nos pedía que fuéramos como verdaderas madres con las personas enfermas, discapacitadas. Creo que esto lo voy adquiriendo con la práctica.
La práctica de los valores hospitalarios, explicitados en el Marco de Identidad, me hace ser mejor persona.