La pandemia por coronavirus ha hecho resurgir la aparición de trastornos en la salud mental que pensábamos atípicos o improbables. Con medio mundo encerrado y aislado en cuarentena, se han cambiado hábitos y costumbres que pensábamos improbables.
Aunque el aislamiento haya sido la mejor defensa contra el coronavirus, también ha sido perjudicial en otros sentidos, y sobre todo en materias de salud mental. Han provocado la aparición de síndromes, miedos, fobias, manias y soledad.
Nadie sabe lo que va a pasar una vez que la pandemia termine, pero lo cierto es que, al menos por ahora, el coronavirus ha cambiado las vidas de las personas en todos los sentidos.
José Ángel Arbesú, miembro del Comité para la Estrategia Nacional de Salud Mental del Ministerio de Sanidad, ha comentado en una entrevista para Redacción Médica que » los trastornos mentales comunes y graves pueden duplicarse tras el Covid-19″.
«Después de estas situaciones de pandemia que generan sufrimiento a nivel social, los datos indican que se pueden multiplicar por dos los problemas de ansiedad y depresión, así como la agudización de los trastornos mentales graves, derivado de situaciones estresantes. Y es que los factores de riesgo existentes son muchos: aislamiento social, temor e incertidumbre a nivel laboral y económico, con proyecciones catastrofistas para un futuro próximo.
¿Un nuevo confinamiento?
Los expertos han visto cómo conductas obsesivas, fobias o trastornos psicológicos temporales han afectado en mayor o menor medida a la población, con o sin sintomatología previa, y advierten de que un posible segundo confinamiento podría abrir de nuevo secuelas, pudiendo ser mucho más dañino para la salud mental que el primero.
La sociedad se ha enfrentado a un descontrol emocional que se ha visto aliviado con el desconfinamiento y las vacaciones, un nuevo aire, una vuelta a antiguas rutinas y unas encuentros sociales que permiten sentir vestigios de un estado pre-covid. Sin embargo, con la llegada de los rebrotes, la vuelta de las restricciones y los confinamientos parciales, las alarmas vuelven a saltar.
Maria Teresa Álvarez, Psiquiatra del Centro Sociosanitario de Hermanas Hospitalarias en Palencia, anuncia que «si hay un nuevo confinamiento, ayudará saber que existe un final». La especialista cree que se puede juntar el enfado a los miedos anteriores, pero «todo lo que ha funcionado hay que volver a ponerlo en marcha».
Esperanza y aprender de lo vivido
Según los datos recogidos en estos meses atrás, 7 de cada 10 pacientes agradecen la situación y modo en que han podido vivir durante el confinamiento iniciado en marzo, aceptando las circunstancias y llevándolas de la mejor manera posible.
Los españoles se han ido adaptando gradualmente a las circunstancias y aseguran que ahora podrían aplicar mejor lo aprendido. Os dejamos una serie de consejos para llevar psicológicamente mejor las nuevas restricciones que aparecen con los nuevos brotes acontecidos:
1. Organizarse el día de manera que se sepa siempre qué es lo que se va a hacer, para obtener sensación de control. Siempre con flexibilidad, si no da tiempo a terminar algo, ya lo terminaré mañana.
2. Intentar hacer cosas que hasta ahora no se podía por falta de tiempo. Ahora que se tiene, hay que disfrutarlo.
3. Mantenerse en contacto con la gente de nuestro alrededor.
4. Intentar conseguir un momento para hacer ejercicio físico, aunque sea dentro de casa.
5. Procurar que mantenerse informado no sea la única motivación del día.
6. Si se tiene hijos, intentar transmitirles tranquilidad y control, contando siempre la verdad si preguntan.
En estos momentos de incertidumbre ante las situaciones que se nos puedan presentar, no debemos perder las esperanza, y debemos rezar por todas aquellas personas que han sufrido y están sufriendo las consecuencias de esta pandemia. Debemos mantener la calma y actuar de la manera más responsable y segura posible.
La doctora Álvarez, de Hermanas Hospitalarias, recoge un reflexión importante ante esta situación: «en este tiempo todos hemos desarrollado herramientas a nivel personal y colectivo para enfrentarnos a una situación que ya hemos vivido» y que esas herramientas son las que hay que poner en marcha «para llevar esta nueva etapa de una forma más adaptativa».