Con la llegada de la primavera, también llega la celebración más importante para los cristianos: la Pascua. En esta época del año, recordamos y celebramos la resurrección de Jesús, el Hijo de Dios, quien venció la muerte y nos abrió las puertas de la vida eterna.
La Pascua es una época de alegría y esperanza. Durante la Cuaresma, nos preparamos espiritualmente para la llegada de este momento tan importante. Nos arrepentimos de nuestros pecados, oramos y nos acercamos a Dios a través del ayuno y la penitencia. Todo esto nos ayuda a entender mejor la importancia de la resurrección de Jesús y nos prepara para recibir la gracia de la salvación.
Durante la Semana Santa, revivimos los últimos días de la vida de Jesús en la tierra. Desde la entrada triunfal en Jerusalén hasta su muerte en la cruz, acompañamos a nuestro Señor en su camino hacia la resurrección. La liturgia de la Semana Santa nos ayuda a reflexionar sobre el sacrificio de Jesús por nosotros y a renovar nuestra fe en él.
Finalmente, llegamos al Domingo de Pascua, el día en que celebramos la victoria de Cristo sobre la muerte. Es un día de gran alegría y esperanza, en el que renovamos nuestra fe en la resurrección y en la vida eterna que nos espera. Es un momento para compartir la alegría con nuestra familia, amigos y comunidad, y para recordar que estamos unidos en Cristo.
En esta Pascua, recordemos que Jesús murió y resucitó por nosotros, para ofrecernos el regalo de la vida eterna. Aprovechemos este tiempo para renovar nuestra fe, acercarnos a Dios y compartir su amor con los demás escuchando el podcast que hemos preparado para este día https://www.youtube.com/@HHDSCJ
Desde Hermanas Hospitalarias, nos unimos con gran alegría a esta gran celebración. ¡A causa del AMOR, Cristo derrotó la muerte y el pecado y nos regaló la vida eterna!