El 8 de marzo se conmemoran dos hitos muy importantes y relacionados entre sí: el Día de San Juan de Dios y el Día Internacional de la Mujer.
En el siglo XVI, San Juan de Dios, “padre de los pobres”, protector del personal sanitario de los bomberos y de los enfermos, fundó la Orden Hospitalaria, cuya misión es cuidar y curar a las personas más desfavorecidas, atendiendo su dimensión física, psicológica, social y espiritual. En ese tiempo de compromiso y entrega a los más vulnerables, “el loco de Granada” luchó también por defender los derechos y la dignidad de las mujeres. En Hermanas Hospitalarias, celebramos con especial entusiasmo esta fecha tan señalada, ya que nuestro fundador, San Benito Menni, era un hermano de San Juan de Dios y se encargó de restaurar la extinguida Orden Hospitalaria en España, Portugal y México. Hoy nos unimos a la memoria de este gran santo y pedimos su intercesión para que, siguiendo su ejemplo, como San Benito Menni lo hizo, podamos acoger, atender y amar a los más vulnerables.
Además, queremos conmemorar especialmente a nuestras fundadoras, María Josefa Recio y María Angustias Giménez, el rostro femenino de la Hospitalidad: mujeres apasionadas y comprometidas en la liberación misericordiosa de otras mujeres. Ambas trabajaron y lucharon activamente. Eran mujeres con gran carácter, decididas, pero siempre actuando desde la ternura y la caridad. En 1881 fundan, junto a San Benito Menni, la Congregación Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús, con el objetivo de ayudar a mujeres que padecían enfermedades mentales y que, por ello, eran abandonadas y excluidas. Hace 141 años, nuestra comunidad fue la primera en España en atender de un modo integral a estas mujeres necesitadas.
Desde Hermanas Hospitalarias queremos en este día tan especial sensibilizarnos con todas las mujeres, especialmente, con aquellas que sufren discriminación no solo por ser mujeres, sino, además, por estar enfermas. También, queremos reconocer y agradecer a todas las mujeres de esta gran Familia que dedican sus vidas a servir a los demás siguiendo el camino de San Juan de Dios y San Benito Menni. Su trabajo es testimonio de profesionalidad, entrega y Hospitalidad, y su implicación es fundamental para mejorar la salud y calidad de vida de más de 820 mil personas anualmente.
Finalmente, no nos olvidemos de mirar a María. Como dijo nuestra fundadora, Sor María Josefa Recio, “nuestra virtuosa Madre era un modelo acabado de todas las virtudes; pero las que más sobresalen en ella eran la caridad y su amor a la santa pobreza”.
¡Sigamos trabajando juntos por un mundo más justo, solidario y humano, en el que la hospitalidad sea moneda corriente!